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44 Limpiezas específicas Limpie Z as / Mayo-Junio 2019 HIGIENE OLFATIVA Y CALIDAD DEL AIRE ¿Qué respiran nuestros hijos? Claves para mejorar la calidad del aire en los centros educativos A maya R omero R esponsable de M arketing y C omunicación de PHS S erkonten S eguro que han leído en más de una ocasión que el am- biente interior está hasta cin- co veces más contaminado que el exterior. Esta falta de higiene del aire en los espacios cerrados, ya sean oficinas, hogares o centros comercia- les, se debe a la polución, partículas de polvo y alérgenos que entran de la calle; a las partículas que se despren- den de materiales de construcción, mobiliario; y por supuesto, a bacterias, hongos, partículas de olor, etc., deriva- das de la actividad humana. Además, los sistemas de calefacción y refrige- ración contribuyen a enrarecer el aire que respiramos, al menos, en un 80% de nuestra vida. Los resultados de estudios e infor- mes elaborados por diferentes orga- nismos internacionales, unidos a la creciente preocupación de la OMS a causa del aumento constante de porcentaje de población mundial que padece algún tipo de alergia respira- toria, han hecho que muchos países pongan el foco en el desarrollo de me- didas que ayuden a mejorar la calidad del aire que respiramos. Uno de los colectivos más sensibles a las alergias respiratorias son los ni- ños en edad escolar. De hecho, exper- tos sanitarios revelan que uno de cada tres niños europeos sufre asma bron- quial o padece algún tipo de alergia. Los menores con edades comprendi- das entre 0 y 3 años son además pro- pagadores y víctimas de numerosas enfermedades que se contagian por las vías respiratorias. Catarros, otitis, conjuntivitis, gastroenteritis o la nue- va mano-pie-boca son una constan- te durante el curso escolar. Además, estas enfermedades son altamente contagiosas y suelen afectar al en- torno directo de los niños, es decir, el personal de la escuela y la familia. El absentismo laboral que provoca en los adultos estas dolencias y el gasto que supone para los centros, son otras de las consecuencias de no cuidar el am- biente que respiramos. Por ese motivo, la calidad del aire de los centros escolares, tanto escue- las infantiles como colegios e institu- tos, debe ser una prioridad. Según un estudio elaborado por el proyecto Sinphonie de la UE sobre la calidad del aire en centros educati- vos, en las escuelas infantiles y cole- gios donde hay niños muy pequeños, se sirven comidas o se desarrollan actividades deportivas, las partículas de olor en suspensión y bacterias au- mentan de forma considerable. Todo ello se suma a las partículas de polvo y contaminación, a las que provienen de los materiales de construcción, de- coración y mobiliario, y a las sustan- cias que tienen algún tipo de relación con el entorno, como pinturas, pega- mentos e incluso productos de limpie- za y desinfección. ¿Q ué podemos hacer ? En suma, lo escolares y los profesiona- les que trabajan en los centros educa- tivos respiran a diario contaminantes como el dióxido de nitrógeno, com- puestos orgánicos volátiles y agentes biológicos como los alérgenos. ¿Qué podemos hacer para mejorar esta si- tuación? Desde PHS Serkonten les pro- ponemos algunas claves que, sin duda, contribuirán a mejorar la calidad del ambiente que respiran los niños y niñas en sus centros educativos: 1 Punto de partida. La base es una buena limpieza y desinfección de las instalaciones y mobiliario con produc- tos eficaces pero que no sean agre- sivos. 2 Sistema de ventilación adecuado y revisado según la normativa vigente para reducir los niveles de CO2 y los compuestos tóxicos. 3 Programa eficaz de tratamiento de residuos higiénicos que garanticen la recogida de pañales y restos bio- lógicos del centro con total seguri- dad.

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