Limpiezas 143
26 a fondo Limpie Z as / Septiembre-Octubre 2019 útiles, celulosa y complementos ARTÍCULO tección ajustado al uso y, por tanto, al riesgo real que el usuario tiene maximizando la sensibilidad y adap- tabilidad del guante, hablamos de certificaciones, documentación y etiquetado, hablamos de conjugar requisitos que a veces se relacionan de forma inversa (un mayor nivel de protección ante la permeabilidad puede suponer una pérdida de sen- sibilidad), etc. Pero hay más, una verdadera ho- mologación 360º de un proveedor incorpora elementos de consciencia sobre las condiciones laborales de todos los trabajadores que partici- pan en el producto en la cadena de distribución global, eso también es calidad. El Reglamento 2016/425 no deja lugar a dudas: todo agente econó- mico que introduzca en el mercado un EPI con su propio nombre o mar- ca, debe considerarse su fabricante y debe asumir las obligaciones que como tal le corresponden. Una nor- mativa compleja, pero que permitirá que los proveedores de guantes ga- ranticen la calidad de su producto y transmitan ese valor en beneficio de los usuarios. Unos cambios de regulación para un producto muy complejo debido a su variedad de uso, que ha supuesto fuertes inversiones en recursos téc- nicos y económicos por parte de los proveedores para actualizar su gama de guantes y otros EPIs. Sin embargo, desde Grupo Cuatrogasa asumen es- tos cambios con la esperanza de que la regulación permitirá la profesio- nalización de los proveedores para garantizar los estándares de calidad, y con una evolución del mercado ha- cia la especialización, transmitiendo todo ese valor en beneficio de clien- tes y usuarios finales. 㔾 técnicas en los que se solicitan ca- racterísticas técnicas de forma cuan- to menos confusa. Dependiendo del uso del guante, otras esferas regulatorias pueden aplicarle, como es el caso en los que se requiere que tenga aptitud para el contacto con alimentos o para su comercialización como pro- ducto sanitario, mundos también complejos. H acia la especialización en toda la cadena de suministro Sin embargo, todo esto está evolu- cionando. La actualización que en los últimos años ha sacudido la nor- mativa de los guantes ha conseguido que el mercado se sensibilice no sólo a los nuevos requisitos introducidos, sino también a los requisitos preexis- tentes a los que antes no se prestaba atención. Esta ola de preocupación -o más bien ocupación- europea por nues- tros guantes de protección llega a todo el sudeste asiático, de tal forma que el impacto en el precio por con- seguir dichos atributos sea realmente asumible al aportar valor. En el port- folio de guantes de Grupo Cuatroga- sa se encuentran guantes con distin- tas características según el sector al que vaya dirigido, cada día nos es- forzamos en comprender cómo van evolucionado las necesidades en el sector doméstico y en el sector profe- sional, para crear el producto que se ajuste a cada necesidad. Es por ello que hablábamos de un contexto complejo cuando nos referimos a la calidad en los guan- tes, no se trata de ofrecer guantes de mayor peso/espesor, hablamos de composiciones con sustancias de baja irritación dérmica, habla- mos de mantener un nivel de pro- contra riesgos mecánicos, como la gama de guantes de soporte de Cua- trogasa Profesional, tendrán que su- perar la EN 388:2016+A1:2018. En cuanto a la limpieza profesio- nal, la EN 374 es la norma que regu- la los guantes de protección contra riesgos por productos químicos y microorganismos (los de este sec- tor se encuadrarán en dicho riesgo) y los productos deben cumplir dicha colección de normas EN-374: la EN ISO 374-1:2016+A1:2018 que afec- ta a la terminología y requisitos de prestaciones para riesgos químicos; la EN 374-2: 2014 que afecta a la resistencia a la penetración; la EN 16523-1:2015+A1:2018 para medir la resistencia de los materiales a la permeabilidad de los productos químicos; la EN 374-4:2013 para la determinación de la resistencia a la degradación; la EN ISO 374-5:2016 sobre terminología y requisitos de prestaciones para riesgos por mi- croorganismos, etc. Como vemos ‘superar’ la colec- ción de normas 374 implica realizar determinados ensayos. En algunos se exige cumplir unos mínimos de rendimiento (por ejemplo, en el de resistencia a la permeabilidad de los químicos, donde se exige que el guante al menos consiga un tiempo de paso mayor a 10 minutos para, como mínimo, uno de una lista con- creta de 18 químicos establecida en la propia norma). Otro, como el ensayo de degradación, sólo debe ser informado al usuario, no opera ningún mínimo, y es el propio usua- rio quien debe saber leer la etiqueta del producto para comprender si el guante ‘tiene calidad’ para el uso que se le va a dar. No es tarea fácil y en el mercado muchas veces en- contramos pliegos de prescripciones
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