Limpiezas 144

44 Limpieza y su ámbito Limpie Z as / Noviembre-Diciembre 2019 FORMACIÓN Efectividad en la formación continua C arlos G utiérrez M uñoz F ormador de limpiezas y P.R.L. L levo más de 20 años im- partiendo formación en el sector limpiezas, por mi experiencia creo que el personal del sector está poco for- mado, sí que saben realizar las tareas encomendadas pero de una forma rutinaria, básica, e incluso muchas veces haciendo, no voy a decir mal, sino regular la tarea. Todo se puede mejorar y las tareas y sistemas se pueden mejorar conti- nuamente, la primera condición es que el formador además de ser buen comunicador, conozca esas técnicas y sistemas en profundidad, es decir, que si aprende algo nuevo, lo experimente de forma exhaustiva hasta conseguir detectar los posibles problemas y difi- cultades, así como cuál es el máximo rendimiento de los mismos, y poderlo transmitir a los alumnos. Por otro lado, también es importante que a los cursos asistan, encargados, jefes de compras y responsables, para que sepan exactamente qué es lo que después del curso le van a pedir los trabajadores y que puedan comprobar por sí mismos la mejora en la produc- tividad al adoptar nuevas técnicas, comprar herramientas diferentes o cambiar de productos de limpieza. Uno de los problemas que me sue- len plantear los alumnos de los cursos de formación continua es que “el cur- so es muy interesante pero mañana vamos a seguir usando los mismos productos y herramientas”, con lo cual no cambia nada. Pero si hay algún responsable la cosa es diferente y, a veces, me llaman para decirme, gra- cias a la formación hemos mejorado la productividad. Pero ¿cuáles son los temas más im- portantes y qué puede mejorar la for- mación de forma efectiva? Hay muchos, el primero y el más im- portante es el uso de productos quími- cos adecuados a las suciedades, no es lo mimo limpiar una cocina, que un comedor, que un vestíbulo de un ho- tel. Por ejemplo, los productos a base de tensioactivos catiónicos son unos perfectos desconocidos en el sector, cuando son muy efectivos para neu- tralizar decapados, limpiar moquetas, para limpieza de suelos tratados y, sobre todo, en primeras limpiezas. Se ahorra mucho tiempo de trabajo y quí- micos para el tratamiento. También, si tienen un conocimiento claro del comportamiento de los materiales, se podrán evitar deterioros en materiales sensibles, como suelos de mármol o mamparas y ventanas de aluminio, que son muy sensibles a los produc- tos químicos. Además zonas de aguas duras, como Barcelona, Valencia, Zaragoza y Sevilla, suelen tener muchos proble- mas de limpieza que se eliminarían muy fácilmente usando un descalcifi- cador de agua o utilizando agua os- motizada. Otro de los temas importantes son las herramientas, han de ser adecua- das al trabajo a realizar, a veces son más caras, como ocurre con las frego- nas de soporte plano, pero son mucho más eficientes y productivas. Ideales entre otras cosas para la limpieza de residencias geriátricas (con suelos de baños muy rugosos) y para la limpieza segura de suelos técnicos, sobre todo, en salas de RAKS. También, los sistemas de limpieza y tratamientos de suelos muchas veces se hacen de forma incorrecta, al final quedan bien pero se desperdicia mu- cho tiempo y se usan decapantes que, si el operario no sabe neutralizar, dará más trabajo y un aumento considera- ble de gasto de cristalizador e incluso, en algunos casos, se hace un doble tratamiento innecesario. El uso de carros de doble cubo en zonas muy sucias, es otro asunto im- portante.

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