Limpiezas
a fondo útiles, complementos y celulosa pretratamiento para eliminar una de las capas de un producto más comple- jo, abriendo así una posibilidad para reciclar mecánicamente el residuo. Las opciones son muy amplias y per- miten reciclar productos que hasta el momento estaban catalogados como no reciclables o eliminar de un medio concreto restos de productos para dis- minuir su impacto ambiental; por ello el concepto de tratamiento a corto medio plazo cambiará en el campo de los ma- teriales plásticos. La unión de todos estos procesos permite, adicionalmente, obtener productos con una alta calidad rela- cionada con el uso de los materiales reciclados. El empleo de materiales reciclados en aplicaciones tan exigen- tes como por ejemplo el envasado de alimentos, donde como no puede ser de otra forma prima la seguridad ali- mentaria, es posible actualmente y me- diante el desarrollo de estos procesos se podrá extender para alcanzar los objetivos tan ambiciosos existentes ac- tualmente a nivel europeo. Asimismo, se podrá realmente obtener una gran cantidad de productos reciclados en otros sectores tan innovadores como el energético o la automoción donde las necesidades de altas prestaciones y el empleo de materiales plásticos reforza- dos en muchas ocasiones imposibilita- ban su presencia. Por ejemplo, mediante operaciones que eliminen aspectos como posibles olores o contaminaciones entre mate- riales y donde otros aspectos como la compatibilización o el compounding se hacen más relevantes. De forma paralela a la reciclabilidad más tradicional, cobran fuerza una se- rie de tecnologías complementarias al reciclado mecánico, como son las de reciclado químico. El reciclado quími- co, mediante procesos propiamente químicos, pero también térmicos o bio- lógicos, permite romper la cadena del polímero para obtener unidades más pequeñas que se purificarán y permi- tirán la obtención de nuevos plásticos o de otros productos de interés para la industria. En algunos casos, este tipo de procesos simplemente serán un te con su calidad y uso. Esta necesidad se ha hecho patente tanto en la legis- lación europea como nacional, desde el propio Plan de Economía Circular o la Estrategia de Plásticos, hasta la Di- rectiva denominada SUP o de Plásticos Monouso o el reciente anteproyecto de ley de residuos y suelos contaminados. En todos ellos se remarca la necesidad de actuación frente a los residuos, así como medidas para potenciar a una gestión adecuada de los mismos. Para resolver adecuadamente el problema hay que trabajar desde la innovación y el cambio. Si se habla de reciclabilidad, como potencialidad de ser reciclado un producto, ésta debe ser definida desde un principio desde la fase de diseño, empleando mono- materiales o materiales compatibles o que puedan ser separados con fa- cilidad. Pero también hay que hablar de sistemas de recogida y separación más eficientes, que permitan distinguir de forma rápida los materiales, en ese sentido el desarrollo de marcadores es un punto clave para facilitar dicha se- paración. No hay que olvidar en esta misma línea los procesos cada vez más avanzados de reciclado mecánico que permiten tratar los residuos, consi- guiendo productos con mejor calidad. Septiembre-Oct ubre 2020 / Limpie Z as 39
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