Limpiezas 151
Limpie Z as / Enero-Febrero 2021 34 a fondo empresas de servicios V ivíamos, sin saberlo, sumidos en un sinfín de hábitos ‘tóxicos’ como besarnos, abrazarnos o hablar a pocos centímetros que, con la pandemia, han sido barridos de nues- tra forma de ser y de socializarnos por ser nocivos para nuestra salud. Desde principios de marzo del año pasado estamos obligados a llevar una férrea disciplina en lo que a cuidados de higiene sanitaria y hábitos sociales se refiere. Se nos ha impuesto el uso de mascarillas, de geles hidroalcohóli- cos y la distancia social, pero también la limpieza y desinfección profunda de nuestro entorno y, en concreto, de los espacios comunes. El momento de llegar a casa, tal vez sea el escenario en el que más cam- bios se han introducido al tener ahora que descalzarnos y pulverizar zapatos y ropa con alcohol, así como otros ob- jetos de uso diario como llaves y mo- chilas... En los entornos de trabajo es importante, además, incidir en aquellos puntos que son considerados de ‘alto contacto’ como puedan ser los pomos de las puertas, botones de ascensor, in- terruptores de la luz y diferentes gadgets tecnológicos como mandos, teclados y otros dispositivos móviles. Y esto trasladado a nuestro día a día, adquiere una dimensión que nos marea y nos sume en un ritual loco de limpieza que necesitamos ordenar. Sí, estos hábitos de la ‘nueva norma- lidad’ nos acompañarán, según los expertos, aún durante un buen tiempo y algunos se quedarán para siempre con nosotros. ¿Q ué es lo que ha cambiado ? Hace veinte años la frecuencia de la limpieza era diaria. Con la crisis eco- nómica las empresas redujeron costes, pasando a una frecuencia de días al- ternos, y se fue estirando hasta llegar a dos veces por semana. El Covid nos ha llevado de vuelta al pasado, y hemos recuperado la frecuencia diaria. Ade- más, la hemos hecho visible: hemos pasado de limpiar de noche, cuando nadie nos ve, a visibilizar y poner en valor el trabajo del personal de limpie- za. No solo ha cambiado la forma en la que limpiamos nuestros hogares y oficinas, también ha cambiado nuestra percepción sobre ‘lo que está limpio o no’; de limpiar para eliminar residuos de polvo y pequeñas suciedades incrusta- das en las superficies a desinfectar a fondo para acabar con los gérmenes, ayudando así a evitar la propagación del Covid-19 pero también de otras en- fermedades. La palabra limpieza va ya, indiscutiblemente siempre, unida a la palabra desinfección. L a limpieza ya no es una commodity Y los profesionales de esto, con am- plia experiencia en el sector, lo sabe- N arcís S erra D irector N acional de L impiezas de G rupo S ifu La limpieza tradicional se erige como la más eficaz contra la Covid-19
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