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68 LIMPIEZA URBANA Limpie Z as / Septiembre-Octubre 2021 Limpiezas específicas Gestión de residuos: el riesgo de lo invisible R ubén E chevarría L arreátegui T écnico superior en PRL E l sector de la gestión de residuos, tanto la corres- pondiente a los urbanos como a los especiales, es un sector invisible para muchos, o no tan conocido como otros sectores indus- triales, en gran medida por encontrarse al final de la inmensa mayoría de las ca- denas de producción. Esto conlleva que nuestra materia prima procede de otros tantos procesos en los que han sido mo- dificadas muchas de sus características, lo que aporta una especial dificultad a la hora de su tratamiento. Dentro de este sector, los residuos urbanos son los más conocidos, ya que todos nosotros somos productores dia- rios de residuos en nuestros hogares (incluso de material electrónico debido a la creciente instalación de las nuevas tecnologías en nuestra vida cotidiana); pero hay otro tipo de residuos con los que no se está tan familiarizado, al pro- ceder en un porcentaje muy representa- tivo del ámbito de la industria, como son los residuos especiales. Que un residuo sea catalogado como especial implica una mayor complejidad en materia de prevención, ya que sus propias características hacen que sean, según su procedencia, tóxicos, nocivos, irritantes, corrosivos, inflamables, ex- plosivos, etc., tanto para los operarios durante su manipulación como en la potencial peligrosidad en cuanto a la generación de situaciones indeseadas, siendo su ejemplo más claro los incen- dios y las explosiones. Á mbito de la química Lo comentado nos conduce de ma- nera directa al ámbito de la química, adquiriendo una importancia capital, por aplicación directa, de todo aquello relacionado con la higiene industrial, y es precisamente en este punto a partir del cual hemos de trabajar atendiendo a riesgos que, en la mayoría de las situa- ciones, son invisibles. Los pilares sobre los que se apoya la gestión de la prevención frente a los riesgos de naturaleza química son el análisis y revisión de procesos, la ca- racterización y clasificación en origen, la realización de mediciones rutinarias, la gestión de las emisiones en el puesto de trabajo y el uso de equipos de pro- tección individual. En cuanto al análisis y revisión de pro- cesos, una práctica muy saludable es la de realizar revisiones y planteamientos periódicos sobre la posible adopción de mejoras en el origen (máxima a seguir en materia de prevención), pudiendo llegar a sorprendernos los beneficios que se pueden obtener, tanto a nivel preventivo como productivo, con la simple sustitución de una sustancia interviniente en una reacción por otra de similares características. Sirva de ejemplo el siguiente: la sustitución de un compuesto con un elevado porcen- taje de óxido de calcio, utilizado en un proceso de estabilización de residuos, por otro en el que se disminuía este elemento a favor de otros, como es el magnesio, supuso la reducción de las emisiones de micropartículas de cal en la atmósfera de trabajo de los operarios en más de un 90%. La caracterización, mediante su paso por laboratorio en el momento de la entrada, y posterior clasificación, son herramientas previas preventivas claves en el tratamiento y gestión de este tipo de residuos. No hemos de olvidar que no son productos puros, sino que pre- sentan–tal como se mencionó al inicio, aunque dentro del mismo abanico de características físico-químicas– una va- riabilidad en su composición que pue- den conducir a incompatibilidades que desemboquen en reacciones no desea- das. De ahí la relevancia de obtener la máxima información posible de aquello con lo que estamos trabajando. Depen- diendo de este conocimiento se puede llegar incluso al bloqueo y desestima- ción de la gestión del residuo. C ontrol preventivo Contando con la mayor cantidad de información posible sobre el residuo

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