Limpiezas 162

Limpie Z as / Noviembre-Diciembre 2022 52 Limpiezas específicas LIMPIEZA DE OFICINAS Y CAI “ E l aire de tu oficina te está matando” , o “El aire de tu oficina te hace menos inte- ligente” son varios de los titulares que pueden encontrarse fácilmente en inter- net y que recogen una triste realidad. La calidad de aire interior, especialmente en oficinas es, por lo general, muy perju- dicial para la salud y la productividad de sus ocupantes. Esta realidad aún debe explicarse a la población en general, para cambiar el concepto erróneo de que solo la calidad de aire exterior es la que importa, puesto que, en suma, pasamos más del 90% de nuestra vida en lugares cerrados, luga- res altamente contaminados por la pre- sencia de químicos de interior y partícu- las, en una concentración mucho mayor que el aire exterior. Entre los gases, los sospechosos ha- bituales presentes en el aire de oficinas son el formaldehído, los hidrocarburos aromáticos policíclicos, el radón, el ozono, entre otros, y donde, tal y como asume la OMS, se ha comprobado que no existe un umbral a partir del cual los elementos contaminantes no son un riesgo para la salud. Desde el momento que aparecen ya suponen una amena- za y donde el listado de gases anterior se amplía a más de 900 contaminantes presentes, sin olvidar el dióxido de car- bono o los dióxidos de nitrógeno. Entre las partículas, encontramos las de un tamaño inferior a 2,5 micras (PM2,5) o ‘polvo fino’, originadas por pó- lenes, pero también por el tráfico rodado circundante (restos de neumáticos, in- quemados de procesos de combustión, entre otros), sin poder olvidarnos de las de un tamaño por debajo de 10 micras (PM10). Además de ocuparnos de los gases y las partículas presentes, para lograr una buena calidad de aire interior, también es necesario una correcta humedad y temperatura interior, sin estratificaciones ni corrientes de aire frío o caliente. Se ha demostrado que las personas que no se encuentran a una temperatura conforta- ble no pueden pensar con claridad y son improductivas en su trabajo, y que hom- bres y mujeres necesitamos temperatu- ras distintas debido a nuestras diferen- cias en masa corporal y efectividad del sistema circulatorio, entre otras causas. El ejemplo más claro de un ambiente improductivo es una oficina fría los lunes y calurosa los viernes, o una oficina en la que son necesarios radiadores eléctricos debajo de las mesas debido a que la ins- talación de climatización tiene patologías de estratificación no solucionadas (pies fríos y cabeza caliente). Esta estratifica- ción del aire caliente supone, además, un elevadísimo derroche de energía, pues- to que los techos se suelen encontrar a 30°C, mientras que el suelo de la oficina se encuentra a la temperatura exterior, si- tuación que se agrava si se eleva la tem- peratura de consigna del termostato. Por último, el ruido: no deberían supe- rarse los 45 dB(A) 8 de presión sonora, lo que implica que debería poder man- tenerse un nivel de conversación a voz baja (puede usar su móvil para medirlo mediante aplicaciones gratuitas). De entre todas las oficinas, los casos más graves de oficinas ‘enfermas’ son aquellas situadas en zonas con alta den- sidad de tráfico rodado o en polígonos industriales, donde literalmente se respi- ra ‘tierra’. La calidad del aire en oficinas P edro R uiz R omero R esponsable de E studios y L egislación de AFEC

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