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Limpieza

y su ámbito

Limpie

Z

as

/

Junio 2017

CAFÉ DE REDACCIÓN

su estado de salud junto a las condicio-

nes de la empresa, y conocer de qué

manera le puedes proteger. No existe un

protocolo por su amplitud, hay una decla-

ración que se considera dentro de la pro-

pia evaluación de riesgos”, concluyó Ruiz.

No podemos terminar sin hacer re-

ferencia a la ingente cantidad de legis-

lación que soporta este sector. En este

sentido, Guillermo Díaz, manifestó que

“hay una sobre carga tremenda, y como

las legislaciones nacionales tratan de

adaptarse, incluso para fabricar lo más

básico, las empresas se enfrentan a una

cantidad brutal de legislación. No se es

consciente, desde algunos estamentos,

de la dificultad para algunas compañías;

aparte de las tasas está la complejidad, la

necesidad de contar con asociaciones u

otros organismos que les puedan ayudar

a desarrollarlas; hay empresas que a lo

mejor no pueden sobre llevar esos reque-

rimientos y algunas cierran”.

Asimismo, hay que tener en cuenta que

cuando la legislación llega desde Europa

la implantación de ésta en los Estados

miembros es muy diferente: puede que

se retrasen las transposiciones, que no

se deroguen y finalmente se producen

vacíos legales.

Insistió además en la diferencia entre

grandes y pequeñas empresas. En las

grandes todo está controlado, pero lue-

go hay otra realidad otras actividades

muy distintas que también se refleja en el

ámbito de las emergencias y los planes

de evacuación. “La realidad es que cuan-

do hay un accidente las consecuencias

pueden ser importantísimas, ya no por

temas materiales o por las personas, que

por supuesto, sino también por imagen”.

Finalmente expuso que “se ha mejorado

mucho, en la inversión, en los planes...

Estamos en un proceso de evolución,

pero falta tener criterio uniforme”.

Un factor importante al que hay que

atender es que la población trabajadora

está envejeciendo, lo que conlleva mayor

prevalencia con patologías, las cuales en

la mayor parte de los casos no tienen por

qué tener que ver con el trabajo, pero sin

duda se incrementa. “La vejez aumenta

las sensibilidades, y disminuye las capa-

cidades haciéndonos más sensibles a los

riesgos”, expuso Juan Víctor Ruiz de Basf.

“A veces hay que ponerse de acuerdo

en qué es un trabajador especialmente

sensible, puede ser muy variado, intervie-

ne de manera muy específica la parte de

medicina del trabajo, tienes que conocer

principales motivos por los que no se

usan son: “la estética (nosotros ya tene-

mos gafas bonitas); la falta de confort,

si le pesan, se empañan, etc.; y la falta

de costumbre”. Una vez superada esta

“fase de desconocimiento” y rechazo

inicial, “todo el mundo conoce los ries-

gos clásicos de la protección ocular. Sin

embargo, poca gente se para a pensar

en los riesgos de la luz: la luz láser, la

ultra violeta, los riesgos de temperatura...

También existen ya soluciones para nece-

sidades de graduación. Por otro lado, en

el entorno de las salas limpias o no con-

taminantes, tan importante es proteger al

trabajador como al propio producto con

el que se está trabajando”.

En otro orden de cosas, salió a cola-

ción de la mano de Pedro Arias de Pre-

vinsa la formación en el ámbito de las

emergencias que se pueden producir en

el sector de la química o en cualquier

otro. “Siempre me queda la sensación

de que qué fácil sería si en el ámbito

escolar se hicieran unos talleres dónde

se les dieran pautas sobre prevención en

riesgos químicos. Cuando tienes oportu-

nidad de sentarte con los escolares se

quedan alucinados, y esa base debería-

mos solicitarla”, argumentó.