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Limpieza
y su ámbito
Limpie
Z
as
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Junio 2017
PRL INDUSTRIA QUÍMICA
E
ste artículo recoge las ex-
periencias y conclusiones
extraídas de la implantación
de planes de autoprotección
en industrias químicas que Previnsa ha
llevado a cabo en los últimos años. Tras la
elaboración del plan de autoprotección,
su puesta en marcha implica la planifica-
ción y ejecución de una serie de acciones
concretas dirigidas a conseguir que éste
resulte eficaz y útil en caso de producirse
una situación de emergencia, evitando
así daños personales y materiales.
Es importante indicar que muchas in-
dustrias químicas están afectadas por
la normativa SEVESO (Directiva 82/501/
CEE), traspuesta en España en el RD
840/2015, por el que se recogen las me-
didas de control de los riesgos inherentes
a los accidentes graves en los que inter-
vengan sustancias peligrosas. De ahí la
importancia de implantar adecuadamen-
te los planes de autoprotección, puesto
que en este tipo de establecimientos se
pueden producir accidentes cuyos efec-
tos no se limitarían a los límites del cen-
tro, sino que podrían, en algunos casos,
alcanzar zonas de población cercanas.
La obligación de implantar los planes
de autoprotección, así como de quién es
la responsabilidad de llevar a cabo esta
tarea, viene indicada en el punto 1.4
de la Norma Básica de Autoprotección.
En ella se indica expresamente que es
función del titular de la actividad llevar
a cabo las acciones encaminadas a
conseguir la implantación del plan de
autoprotección, entra las que se encuen-
tran las siguientes.
La primera es la divulgación del plan
tanto al personal que trabaja en la in-
dustria, como a los visitantes y personal
temporal. Este hecho se podrá llevar a
cabo a través de charlas informativas, en
el caso de los trabajadores del estable-
cimiento, y mediante planos tipo “Usted
está Aquí”, dípticos o carteles informati-
vos, en el caso de visitantes o personal
temporal, garantizando así que todo el
mundo esté al tanto. La información que
se traslada debe ser específica para
cada destinatario, y se debe evitar datos
excesivos y generalistas.
En segundo lugar, se encuentra la
formación y capacitación de todos los
miembros que forman parte de los equi-
pos de emergencia, asegurando así su
propia seguridad, además de la de los
ciudadanos que acceden a este tipo de
establecimientos como visitantes o per-
sonal subcontratado, que en gran parte
presentan, en general, un desconoci-
miento de las instalaciones.
De ahí que, en caso de producirse una
emergencia, la correcta intervención y
evacuación residirá en que los equipos
de emergencias adquieran conocimien-
tos y habilidades para actuar en este tipo
de situaciones de forma segura y eficaz.
Para el desarrollo de las acciones
formativas será imprescindible tener
en cuenta la identificación de necesi-
dades del establecimiento, y el diseño
de la acción formativa basándose en
las situaciones de posibles riesgos de
la industria química.
Por otro lado, las formaciones deberán
ser eminentemente prácticas, con el fin
de capacitar a los integrantes de los equi-
pos de emergencia en el manejo de los
sistemas de lucha contra incendios. Aquí
se incluye tanto la ejecución de la acción
formativa, como la planificación para ge-
nerar formación continua, evitando así
que se realicen sólo formaciones concre-
tas al inicio de la implantación del plan.
S
imulacros
de
emergencia
En tercer lugar, se sitúa la realización de
simulacros de emergencia, con el fin de
evaluar el plan de autoprotección y ase-
gurar su eficacia y operatividad, además
de identificar el grado de preparación,
aceptación, cooperación y confianza de
los trabajadores, así como concienciar-
Implantación de los planes de autoprotección
en las industrias químicas
E
smeralda
G
utiérrez
D
irectora
técnica
de
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revinsa